
Desde el Hogar de la Misericordia sabemos que la colaboración con las parroquias es fundamental, pues “la principal contribución a la pastoral familiar la ofrece la parroquia, que es una familia de familias, donde se armonizan los aportes de las pequeñas comunidades, movimientos y asociaciones eclesiales” (A.L. 202)
En este sentido buscamos desde el CPF ofrecer nuestra colaboración a todas las realidades de la Vicaría (Parroquias, Centros Educativos, etc.), bien sea de forma material, abriendo las puertas del Hogar de la Misericordia para todas las iniciativas relacionadas con nuestro campo o bien ofreciendo voluntarios para atender charlas de formación en parroquias, colegios, sobre educación afectivo-sexual, escuelas de padres, etc.

Asimismo, nos proponemos como objetivo primordial favorecer la comunión y la comunicación entre las parroquias, colegios, etc., creando una red de matrimonios enlace de cada parroquia y colegio que colaborando con los párrocos, mantenga conectado cada rincón de la Vicaría con los demás, al tiempo que sirvan como caldo de cultivo para el surgimiento de grupos de matrimonios, escuelas de padres, etc., en cada comunidad parroquial. No olvidemos que “las familias cristianas, por la gracia del sacramento nupcial, son los principales sujetos de la pastoral familiar, sobre todo aportando el testimonio gozoso de los cónyuges y de las familias, iglesias domésticas” (A.L. 200).
Por último, no podemos olvidar la necesidad de favorecer la específica espiritualidad conyugal y familiar, “hecha de miles de gestos reales y concretos. En esa variedad de dones y de encuentros que maduran la comunión, Dios tiene su morada. Esa entrega asocia «a la vez lo humano y lo divino», porque está llena del amor de Dios. En definitiva, la espiritualidad matrimonial es una espiritualidad del vínculo habitado por el amor divino». (A.L. 315).
